Por qué Game of Thrones es una marca tan poderosa
(Esta nota contiene SPOILERS de la séptima temporada de Game of Thrones. No sigas leyendo si aún no la viste).
El poder es uno de los grandes tópicos de Game of Thrones. Episodio tras episodio, vemos a los personajes más poderosos de ese continente ficticio que es Westeros disputando el poder. Pero lo más poderoso de Game of Thrones no es Daenerys con su armada de Dothrakis y sus dragones, ni los complots políticos de Cersei contra sus enemigos, ni Jon Snow y su capacidad de burlar la muerte en las circunstancias más desfavorables. Ni siquiera el (ahora reforzado) ejército de Caminantes Blancos.
El ganador imbatible del juego de tronos es la propia marca Game of Thrones, que ha obsesionado a millones de seguidores en todo el mundo y sigue conquistando fanáticos con cada nuevo capítulo y rompiendo récords de audencia. Estas son algunas lecciones que Game of Thrones nos ha dado en marketing, publicidad y comunicación. Y nosotros, como Sansa con Littlefinger, estamos para aprenderlas.
1) Mantener la conversación
Entre teorías de fans, memes, foros y noticias sobre el rodaje de cada nueva temporada, Game of Thrones mantiene la conversación abierta durante los 12 meses del año, y no solo durante la emisión de la serie. Y eso es posible gracias a que su legión de embajadores de marca dispuestos a recomendarla, defenderla y hablar de la serie durante horas; pero también gracias a acciones publicitarias que mantienen el vilo. El equipo de HBO quizás no es tan bueno evitando que se filtren episodios, pero sí saben generar experiencias para que los fans hablen de la marca y desencadenen la avalancha de boca a boca en redes sociales y comidas entre amigos. Son los reyes del Buzz Marketing.
El cameo de Ed Sheeran fue uno de los momentos más comentados de la premiere.
2) Dar participación a la audiencia
Ahora que la trama ya no tiene la base de los libros de George R.R. Martin, quizás una de las bases pueden ser las propias teorías de fanáticos que abundan en blogs, podcasts y videos de YouTube. En esta última temporada se hizo mucho más evidente la inclusión de guiños a los fans, como si los guionistas realmente consultaran la web para ver lo que se dice del show (como cuando Davos le dijo a Gendry “Creí que seguías remando” en alusión a un tuit del actor que se convirtió en meme hace algunos años). La lección: para que un consumidor conecte con una marca, es fundamentar que se sienta parte de ella.
3) Creación de expectativa
Millones de fans en todo el mundo siguieron el Facebook Live de la fanpage solo para ver un hielo derritiéndose que, finalmente, revelaba la fecha del estreno de la séptima temporada. La creación de expectativa y la dosificación de la información ha sido clave a lo largo de las siete temporadas. Los propios avances al final de cada capítulo son una obra maestra en el arte del tráiler, dejando a cada televidente con una ansiedad atroz de que llegue el próximo domingo, pero sin revelar detalles de la trama.
/cdn.vox-cdn.com/uploads/chorus_image/image/53619431/Screenshot_2017_03_09_14.07.03.0.png)
4) El poder de un buen slogan
Cada casa noble de Westeros parece una marca construida por un publicista, con logo y claim incluidos. “Winter is coming” y el lobo de los Starks transmiten de inmediato su lealtad familiar en el clima inclemente del Norte. “Fire and Blood”, relativo a la sangre del dragón, es el icono inconfundible de los Targaryen. “Hear me Roar” (“óyeme rugir”) y el león son explícitos estandartes del orgullo de los Lannister (aunque su mejor eslogan es el extraoficial, “Un Lannister siempre paga sus deudas”). Todos son excelentes ejemplos de cómo sintetizar el carácter de una marca en pocas palabras y apelando a una figura como emblema.
5) Una marca, cientos de productos
La marca Game of Thrones no solo está presente en el producto televisivo en sí, sino en una enorme producción de merchandising. Desde muñequitos Funko de los personajes, tronos en miniatura para apoyar el celular o paquetes turísticos para conocer las locaciones, Game of Thrones es parte de la cultura popular del siglo XXI, y lo seguirá siendo mucho después del capítulo final (ya se está hablando de spin-offs con eventos anteriores a la historia de la serie).
6) La pasión por una historia
El fanatismo que despierta Game of Thrones nos lleva a uno de los pilares más fuertes de cualquier publicidad: el poder de las historias. Aunque se sitúa en un mundo ficticio y lleno de elementos sobrenaturales, la líneas argumentales de la serie tratan dramas universales (el honor, la venganza, las relaciones de familia), con los que todos podemos identificarnos.
7) Un poco de Real Time
¿Cómo traer al presente una historia medieval en un continente ficticio? La campaña en la que los personajes fueron presentados como contendientes electorales fue una manera brillante de cruzar la serie con la campaña electoral de Estados Unidos. Incluso crearon videos electorales para Cersei, Daenerys, Jon y Littlefinger, cada uno con su propia fórmula. Los fans podían apoyar a sus candidatos y hasta comprar el merchandising electoral en Amazon. La campaña causó una interacción enorme y repercutió en muchos medios alrededor del mundo.
En menor medida, las playlists de Spotify para cada personaje previo al lanzamiento de la sexta temporada tuvieron también buen impacto en Social Media y fueron una forma de cruzar el tono legendario e histórico de la serie con lo último en tecnología digital.
8) Salir de los medios
El marketing directo sigue siendo una fuerza que, bien empleada, es tan poderosa como jabalina lanzada por el Rey de la Noche. Un buen ejemplo fue el grupo de Caminantes Blancos que invadió Londres para promocionar la última temporada, impactando a los fans que pasaban por la orilla del Támesis y despertando la curiosidad de quienes –aún- no han visto la serie, y que tienen la fortuna de poder matar este año de espera poniéndose al día en espera de la temporada final.
