En el afán de formar parte de la vida de las personas y conectar con sus clientes, a veces se fuerza la presencia de las marcas en fechas que no tienen que ver con su área de influencia o que no deben ser tomadas como comerciales.
El Día de la Mujer es un ejemplo claro. Por eso este año la acción que desarrollamos para Farmacia San Roque fue diferente. La marca se sumó a la marcha del 8M de la manera en la que mejor que podía hacerlo: no estando.
En un hecho inédito, se cerraron los locales San Roque ubicados en 18 de Julio. En las cortinas metálicas se colocaron carteles con el motivo de estos cierres, como se hace cuando un comercio cierra por razones de fuerza mayor. Estos motivos tenían que ver con datos de la realidad que muestran que aún falta mucho por lograr en la lucha por la igualdad y la libertad de la mujer.
Además, se colocó una batea con productos de cosmética de color violeta, para que todas las que asistan a la marcha pudieran pitar sus labios, caras y uñas de manera libre con el color que identifica la lucha.