WWW: la red que sustituyó al papel y conectó al mundo
La expansión digital ha transformado profundamente nuestras formas de acceder a la información, y muchos proyectan que en algunos años la prensa escrita será totalmente sustituida por los portales digitales. Nuestra compañera Agus comparte su análisis y proyección sobre el presente y el futuro del periodismo en la transición del papel a la web.
Un medio impreso no muere. Lo matan, se suicida o se reinventa. La clave está en quién se encuentra detrás y sus circunstancias. ¿Será que el lector ya no busca el papel? ¿O será que el periódico impreso estaba destinado a ser el prólogo del digital? Y es que, en definitiva, la cuestión reside en morir o evolucionar.
El hombre es un animal de costumbres pero sabe aggiornarse. Quien aprendió a escribir para papel puede convertirse en un hábil escritor web y quien una vez leyó su suplemento favorito en un café, ahora lo hace desde su tablet en ese mismo café. El periodismo (y el buen periodismo) sobrevivirá en donde haya audiencia y todo indica que esta se encuentra en Internet. Que el smartphone, que la tablet, que la laptop, que la netbook y que la televisión inteligente: ¿es ahí a dónde se debe apuntar?
Hoy, quien quiere contar su historia lo puede hacer sin pedir permiso a nadie, sin necesidad de escribir bien y sin tener que rendir cuentas a nadie. El periodismo es bastante más trabajado que eso pero, en esencia, trata de lo mismo: de contar historias. Y es que parece que la red sustituyó al papel y conectó al mundo: la insólita historia de un hombre que arrolló a una vaca en un recóndito paraje de China hoy la podemos leer en Uruguay y a la inversa.
La oportunidad está en el riesgo y el miedo por estancarse debe ser el impulso que motive a pegar el salto. Porque es que las historias de estos tiempos digitales nos ofrecen cientos de posibilidades: más interacción, más participación, más información y menos restricciones de tiempo y espacio. Claro que nada suplanta el aroma de papel recién impreso, o la textura del papel prensa o la sensación de domingo leyendo las noticias de la semana que acaba de pasar.
Ahora bien, no es cuestión de escribir y leer cualquier cosa: hay una enorme diferencia entre el buen y el mal periodismo y debemos saber distinguirla. Los reporteros, contadores de historias con talento, deben aprovecharse de las múltiples posibilidades que brindan las tres “w” y convencer al lector que un medio digital vale lo mismo que uno impreso.